Nueve mitos y realidades en dietética y nutrición que debes conocer
Vanessa Ruiz • 23 de mayo de 2018
Muchas veces escuchamos hablar de alimentos que engordan mucho, de hábitos alimenticios que vienen mal para la dieta si quieres bajar peso, pero, ¿qué hay de cierto en todo lo que escuchamos por ahí? ¿Todo es verdad o son mitos? Hoy queremos desvelaros algunos datos que os van a ayudar a comprender mejor los mitos y realidades en dietética y nutrición. Por ejemplo, ¿sabíais que la leche desnatada no tiene menos calcio ni menos proteínas que la entera? ¿Y que no engorda más la corteza que la miga del pan? ¿O que retener líquidos no supone pesar más? Te lo explicamos todo aquí:
- La miga no engorda más que la corteza
ya que
ambas están hechas con los mismos ingredientes, eso implica que ambas partes
del pan no tienen diferencias en cuanto a calorías.
- Tomar agua es bueno siempre, se
recomienda la ingesta de 2 litros al día. ¿Pero se puede tomar durante las
comidas? La respuesta es sí, el agua se
puede tomar siempre que se quiera, no tiene calorías y, por tanto, ni engorda
ni adelgaza
. En ningún momento del día.
- Seguro que muchas veces te han
recomendado tomar fibra
porque
adelgaza. Esto no es cierto, de hecho aporta
2kcal/g
. Lo que sí hace es conseguir saciarnos al ingerirla con agua,
aumenta el volumen fecal, retarda absorción de hidratos de carbono y puede
atrapar algunos minerales en su estructura impidiendo su absorción.
- La margarina y la mantequilla engordan igual
.
Las cantidades de calorías y las grasas de cada una de ellas son muy similares,
la única diferencia entre ellas es el tipo de grasa que contienen. La margarina
contiene grasas de origen vegetal (poliinsaturadas) mientras que la grasa de la
mantequilla es de origen animal (saturadas).
- Otra de las creencias extendidas
es que con la edad se aumenta de peso.
Esta afirmación tampoco es real.
Es posible que con la madurez se cambie la
distribución de la grasa corporal y también que se hayan producido cambios en
el estilo de vida y es esto, en realidad, lo que produce ese aumento de peso.
- La leche desnatada y la entera tienen la misma cantidad de calcio y
proteínas
, lo que cambia de una a otra es la
proporción de grasa, por tanto, no repercute en los nutrientes. Lo que sí
afecta es a las vitaminas A, D y E ya que se eliminan cuando se quita la grasa
a la leche entera.
- “Es que retengo líquidos, por eso
peso más”. Retener líquidos no es un
factor que influya en pesar más
, se puede ganar volumen pero no peso. El sobrepeso
y la obesidad se caracterizan por el exceso de grasa corporal, no de agua. Como
ejemplo, pensad en un globo vacío y, después, en el mismo globo lleno de aire
¿pesa más? no, tiene más volumen pero no más peso.
- Da igual que comas la fruta antes o después de las comidas, no engorda
ni más ni menos ya que la fruta aporta la misma cantidad de calorías en
cualquier momento.
Lo que sí es cierto es que tomada
antes de las comidas produce sensación de saciedad, por lo que este es el
motivo de que sea más beneficioso comerla antes de las comidas si estás
llevando a cabo una dieta para perder peso.
- Otro de los mitos más habituales es pensar que el azúcar moreno engorda
menos que el blanco
. La explicación es la misma que en
algunos de los ejemplos anteriores, ambos tipos de azúcar contienen las mismas
calorías. Lo que sí es verdad es que el azúcar moreno cuenta con vitaminas y
minerales que no tiene el azúcar blanco.

Desde pequeña he sido una niña rechonchita, muy buena comedora, eso sí las chuches nunca me han gustado, siempre he preferido la bollería y soy más de salado. Con 14 años la pediatra ya me recomendó que me pusiera a dieta, algo que a mi me parecía impensable, vamos que me entró por un oído y me salió por el otro. Nada más salir del médico empecé a pensar...con lo que a mi me gusta comer, probar cosas nuevas, todo lo que disfruto con un buen bocata, todo se celebra comiendo, cómo me voy a poner a dieta yo???!!!... vamos me parecía algo impensable, ¡¡que inconsciente!!. Todo fue cumplir los 16 y empecé a darme cuenta que me tenía que cuidar si quería ponerme la ropa que me gustaba, me fijaba más en mis amigas y compañeras de instituto y veía que estaban todas divinas, entonces fue cuando decidí que tenía que cuidarme, así que empecé la dieta que me había dado la pediatra, nunca es tarde no?... y claro con esta edad en cuanto me puse, bajé de peso. Que felicidad!!. Durante varios años me mantuve, pero con mucho esfuerzo y haciendo mil cosas para no parar quieta. Siempre me ha gustado el baile y lo practico desde pequeña pero en esa época aumenté los días de clases para estar aún más activa. Después de que me case y tuve a mis dos hijos llegó esa época en la que no tienes tiempo para nada, que no es disculpa, y cogí algunos “kilillos”. Cuando me encontraba con gente por la calle me decían lo gorda que estaba y mi familia con algo más de moderación me decían que en algún momento tenía que bajar de peso, aunque solo fuera por salud. Pero la gente que os estáis identificando conmigo mientras leéis esto, ya sabéis que todas somos conscientes de cómo estamos, que no nos vemos bien, no nos arreglamos para salir porque no nos vale nade, en fin estamos metidos en una rueda que no sabemos salir, pero que tampoco hacemos nada por salir o no queremos hacer nada...y hasta que no llega el momento en el que te mentalizas y eres tú la que quieres hacerlo, no te pones a ello. En cuanto llega este momento, hay que aprovecharle porque es cuando vas a conseguir resultados.

Con el paso del tiempo volvemos a recuperar esos kilos perdidos y nuevamente volvemos a ponernos a dieta. Vamos cambiando los tipos de dietas, los sitios donde ponernos a dieta, incluso a veces, hemos decidido hasta tomar productos que nos hacen creer que por el hecho de tomarlos vamos a bajar de peso, así sin necesidad de hacer nada. Y así va pasando el tiempo sin tener resultados. Aunque no lo creáis, a mi me pasaba lo mismo, probé todas las dietas... llegué a pesar 100kg!! y diréis...y cómo conseguiste bajar de peso?

Un año que le vamos a cargar de buenos pensamientos, buenas ideas, ganas de pasarlo bien, de abrazarnos, de reencontrarnos, achucharnos, besarnos, saludarnos como se hacía de antes, etc. Si queremos disfrutar de todos los buenos momentos que nos depara este ansiado 2021, lo mejor es que nos cuidemos.

Actualmente cualquier deportista de elite sería incapaz de mantener o mejorar su rendimiento sin una correcta alimentación, constituyendo a la nutrición como uno de los pilares fundamentales que intervienen en el rendimiento deportivo junto con un adecuado descanso y la psicología deportiva. Un deportista somete a su cuerpo a importantes esfuerzos cada día, por lo que la importancia de la alimentación como sistema de recuperación resulta imprescindible, no solo para poder mantener un nivel de rendimiento adecuado sino para evitar la aparición de lesiones. Estos esfuerzos que tiene que soportar el cuerpo hacen que los requerimientos energéticos, hablando de macronutrientes (proteínas, hidratos de carbono, grasas,…) sean mayores que en una persona no deportista.

Con las consabidas dificultades que la “nueva normalidad” nos impone, los niños han vuelto al cole y todos nosotros volvemos poco a poco a la rutina. Diría que algunos incluso teníamos bastantes ganas, muchos padres deseosos de volver a la rutina y de dejar a los retoños en el colegio o en la guardería, después de tantos meses de confinamiento, fases, verano...

El colon es la parte final del intestino grueso, y es responsable de extraer el agua, la sal, las vitaminas y los nutrientes de los alimentos. Todas las partes de los alimentos que llegan al colon sin completar el proceso de digestión, que comienza en el intestino delgado y continua en el intestino grueso, son procesados en esta fase, justo antes de expulsar los desechos sólidos del cuerpo.