A través de la reflexología podal realizada de forma manual, ayudamos al organismo a volver a la homeostasis (equilibrio interno de nuestro organismo) al tratar órganos y estructuras internas a través de la estimulación de los puntos de presión o zonas reflejas situadas en diferentes puntos del pie, aportando beneficios físicos y psicológicos como los siguientes:
Estimula varios sistemas (inmunológico, hormonal, digestivo, psicológico, nervioso…)
Ejerce un efecto antiálgico y preventivo en varias patologías digestivas, respiratorias, circulatorias, hormonales, urinarias, musculares y reproductivas
Mejora la estabilidad de los pies, la circulación sanguínea, linfática y energética